Cambios

      Ayer, en  la peluquería, sonaba la radio. Siempre fuí radioescucha. Mis padres se despertaban con Radio apolo e incluso, por allí ecuchábamos todos los años las 12 campanadas. Ahora en mis despertares me acompaña la 5 "todo noticias" con mi querido Juan Ramón Lucas; pero en la infancia incluso gané un concurso! "El mundialito" con Mudial mil ochenta que era en AM. (Me dieron de premio un disco de NINA HAGEN jajajajaja!).
      El hecho es que, como decía, ayer en la peluquería,  escuché una de esas canciones  pegadizas, que son un poco un lugar común, de pop español comercial, que no me gusta... ni me deja de gustar y que su mayor gancho no es la música, sino la típica historia detrás de su letra.

Como he mencionado en otras ocasiones, desde que tengo el blog, ando redactando por donde voy, y esto fué lo que salió:


      Ya estamos mayorcitos para mentir y sin embargo, nuestra naturaleza nos lleva a esos callejones  estrechos contra sentido en el que la mirada, el temblor del labio, el roce de la mano gritan la verdad a cuatro vientos, aunque nuestro verbo siga diciendo que no.


      Llueves dentro de mí con la certeza de la despedida, la premonición del fin, la hoja  que no quiere desprenderse del árbol a pesar del cese de su savia.


      La serpiente emplumada sube y baja la pirámide, las fotografías cada vez son más amarillas, las constelaciones cambian de nombre y se sustituyen cometas por mapas.


     Ya estamos mayorcitos para cambiar y sin embargo.

Yo desde mí. Playa La Nea. Verano 2010. Foto: JaviWanKenobi.