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Tomado sin autorización de http://www.casadeinsecticidas.com.ar/detalle_plaga.php?id_plaga=5 |
Empezaremos conceptualizando, pues esto de tener amigos y lectores en varias culturas, obliga a unificar el lenguaje:
chiripa.
1. f. En el juego de billar, suerte favorable que se gana por casualidad.
1. f. En el juego de billar, suerte favorable que se gana por casualidad.
2. f. coloq. carambola (‖ casualidad favorable).
3. f. Ven. Especie de cucaracha.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados.
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Pues sí, es una especie de cucaracha. Es una cucaracha pequeñita, de color mas claro, como miel y que aparece en los lugares más insospechados, especialmente se convierte en la plaga de los desagües de basuras o en lo que comunica a tu piso con el del guarro (cochino) del vecino.
En Venezuela, a pesar de lo que menciona la real academia española de la lengua, nosotros también lo usamos como "carambola", por ejemplo:
- Asaltaron la farmacia cuando estaba comprando dentro...
¿-Y no te robaron?
-No, me salvé de chiripa!"
La cosa es pues, que una vez entendido y visualizado el bichejo, empieza la historia de la chiripa ejecutiva.
Me voy a vivir a La Palma. (dentro de una semana!!!!!!)
Sí, a la isla "Bonita", donde si pusieran un techo sería un manicomio según dice alguien que yo conozco. Dentro de un mes se me escucharán frases como.
-"Jesuuuuuuuuuuuuus!"- o "Siiiiiiiiiiiiiiiiii"- (entiéndase, un cantadito).
Estoy como loca buscando piso, haciendo trámites y eso y por supuesto, volando mucho. Todo lo que en un país normal se hace en autobús o en coche o en tren o en tranvía... En estas maravillosas islas se hace en barco o en avión.
Vuelo de ida a ver pisos, vuelo de vuelta...vuelo de ida a ver pisos, vuelo de vuelta...
En una de las vueltas, tengo sentado a mi lado, en el pasillo contrario, a un hombre de unos cuarenta y poco años. Blanco rojo, con sobrepeso importante, que lleva una tablet y un iphone a la vez. Por uno ve algo como unas gráficas de estadísticas y por el otro habla y escribe mensajes. Anuncian que tenemos que apagar los equipos y el hombre obedece.
En el momento en el que la azafata termina de decir las medidas de seguridad y se sienta. En el momento exacto en el que el avión acelera y empuja tu humanidad contra tu propio asiento... veo caminando a buena velocidad sobre nuestras cabezas...a una chiripa.
Simultaneamente el hombre rojo empieza a abanicarse y se coloca los chorros de aire acondicionado directamente hacia él. Se sube las mangas de su camisa, se pasa las manos por la cara, gesticula y demuestra claramente que está cargado de tensión.
(-Este está al borde del ACV- pienso)
Con un ojo en el hombre de orejas rojas y con otro en la chiripa aviadora, tomo el folleto de instrucciones de seguridad como arma defensiva, mientras el avión va levantando la trompa y cada vez nos pegamos más y más del asiento. Noto como la bicha pasa sobre las cabezas inocentes en las sillas frente a mí que no sospechan al animal que planea sobre ellos.
El hombre de las orejas rojas llama a la azafata, le traen un vaso de agua con azúcar, una toallita perfumada... le dicen que sólo son 30 minutos, que "si necesita algo estamos a para servirle..."
Mientras la chiripa cambia el sentido de su marcha alejándose de mi puesto y haciéndome bajar la guardia... Guardo la hoja plastificada que me serviría como arma defensiva y me pongo a vigilar al hombre rojo que se mueve y se revuelve, subiéndose y bajándose las mangas.
(-Este tiene un ataque de ansiedad en 5 minutos... cómo era que se hacía? respirar en una bolsa, tomarle de la mano, relájese...)
Vuelvo el ojo a la chiripa -todo esto despegando el avión!- para inmediatamente descubrir que empieza a volver en mi dirección y cuando por fin el avión levanta las ruedas del suelo y empieza a subrir... la bicha cae directamente al pasajero que va a mi lado!.
-Señor! señor! Le cayó una chiripa!!
El hombre me mira con cara de ¿Una qué?
-¡Una chiripa, una chiripa! ¡La tiene en la chaqueta!
(Y yo la veía esconderse, moverse furtivamente y pensando que en cualquier momento me saltaría a mí!)
El hombre por fin entiende que le cayó una "cucaracha" y sin más la mata sobre su ropa y se sacude.
Agradecida y asqueada, recuerdo que sólo a mí me pasan estas cosas.
El hombre rojo sigue en las suyas, pero como sólo son 30 minutos, incluyendo despegue y aterrizaje, ya pasan con más agua y una ambrosía... y a todos se nos va la vista a Teide... y respiramos.
Me tomo el atrevimiento de pegar el enlace de una página ilustrativa para quien guste ampliar conocimientos sobre cucarachas: AQUÍ
1 comentario:
Jajajaja pues, de chiripa, no me da un ataque.
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