31/8/12

¿Para qué añadir algo si está todo dicho?

El Universal


                                                   Venezuela, 31 de agosto de 2012 

Luis José Uzcátegui 

El Venezolano Infectado

     Hay una peligrosa onda de malestar que recorre el mundo: Una fractura moral entre gobernantes y gobernados que está devastando la confianza en el poder y en los dirigentes. Y la explicación no es tan difícil de precisar, es imposible que se tenga templanza y austeridad ética para ponerle "un parao" a los transgresores, cuando no se tiene nada propio y se vive en función de la dádiva del poderoso. De la oportunidad de hacer un "negocito", del qué dirán, de creerse primordial e indispensable (sin serlo), de los vínculos con amistades "importantes", del consumo exagerado de tecnología, del dinero o de la "chamba" una vez que gane el "candidato".
     Se vive una época donde el servilismo ha llegado al máximo -y si bien por todos lados hay quejas, inconformidad, protesta, "primavera" e "indignados"-, lo que se busca son bocados de confort material. Por ninguna parte se demandan principios, creencias y convicciones que favorezcan la evolución de conductas y pensamientos comunitarios. La confrontación de civilizaciones no es solamente étnica, cultural, ideológica. Estas discrepancias ya son raídas.  
     Hoy el gran parangón se plantea entre los capaces de optimizar el cerebro social versus la mayoría que solamente concibe el desarrollo gigantesco del racional.
     Los pueblos están condicionados a que se les mienta, engañe, especule y humille. A que unos pocos estafen (con o sin derivados financieros o desregulación) a miles de millones. Todo se acepta como un mal esperado. El envilecimiento a que se ha llegado es inmenso. Sin mayor problema se admite y se fomentan la perversión continua, el error mantenido y el pensamiento simplón como estandarte compensatorio a cambio de los productos de consumo y confort que generan la ciencia y tecnología.
     Como en todas las épocas, cuando crece la esclavitud y el servilismo, resplandecen luces de claridad. Quien las vea y utilice resolverá con más prontitud la atroz humillación humana que significa estar -además- infestado del "Raimundo y todo el mundo" .
     Por ejemplo, en Venezuela vivir con la transgresión es algo aceptado, familiar, "normal" y es el reto mayor del próximo gobernante. Sin duda ni dilación su Gran Meta. Además, que para gobernar y mantenerse en el poder le es indispensable limpiar y disminuir al máximo esta infección cultural.
@LuisJUzcategui 

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