23/2/15

Químicos

Para diluir la realidad y excusarme de lo mucho que la siento.

Declaraciones de intenciones vacías al fnal, no concretadas, palabras, textos.... rayas....

Etéreo..floto y al caer vuelvo a empezar

14/4/13

SUJETO

SOY SUJETO "YO"
VERBO QUE AMA
QUE VIVE
SIENTE
TOCA
PIENSA
CAMINA
ESCRIBE
ESCUCHA
DUERME
HABLA
GRITA
BAILA
RÍE
EXPLOTA
SUEÑA

SOY SUJETO YO
MUJER HEMBRA CHICA
SAL ARENA DESIERTO MAR VOLCÁN MONTAÑA
CAMINO VIÑEDO BARRANCO PLAYA
SOL NUBE HORIZONTE
YO
SUJETO
LIBRE DE MORDAZAS
LIBRE DE ADJETIVOS

SOY verdad

soy otro tú   yo


18/7/11

Sujeto Verbo

Sin acción no soy sujeto. Puedo por poder, puedo hasta pudiendo. El predicado es vacío sin el verbo, recitar sermones sin acciones de calle no tiene sentido. Líneas y líneas de publicaciones sin acompañarse del enter, párrafos rítmicos, dóciles, estériles sin lector... y sin sangre es desperdicio tanto arte. Carne que suda que vive y trasciende la palabra, carne que transforma el verbo y lo hace suyo.
A veces soy yo sujeto
A veces soy yo predicado
Siempre quiero ser verbo.

4/5/11

Ten miedo de Mayo....

y ten miedo de mí...

Porque todos somos un poco un animal nocturno
porque no puede ser
porque lo oportuno es "mutilador de alas"
porque hay que crecer
pero una vez al año


conviene hacer locuras



30/4/11

Déjà vu

Sigo cegada por aquel beso y las manos que suben y bajan aplaudiendo recuerdos
Cae la tarde y un rumor me susurra al oído que caerá el telón: me giro y vuelvo a empezar
Un protagonista reincidente de mis sueños
carencia aleatoria de humedades
labios que se agrietan:sangre y sal
sed infinita de tí y tu mirada
Olas rompiendo en la bajamar
Intoxicada-delirante
Suena el teléfono, tu voz mi voz
Cae la tarde cae el telón
me giro y vuelvo a empezar
todo tan real tan adictivo
libertad onírica compulsada
sueño visado
letargo sin químicos
insomnio fabricado a base de recuerdos
y todo se termina y se superpone y fluctúa y se transforma y
nada sobra
soy el todo y desaparezco.






5/10/10

Resentimiento

Foto: J.


Como un monstruo invisible, pegajoso. Así fué creciendo en mi interior.
Al principio sólo era una semilla. Una pequeña semilla dotada de pies, que me recorría de noche.

Me despertaba de repente de madrugada, abría los ojos y le sentía, escondida, hurgando y  palpitando dentro de mí.

Subía por mi espalda y se anclaba en mi sien. Saltaba a la oreja y bajaba por el cuello hasta mi pecho. Solía hacer malabarismos en mi ombligo, haciéndome difícil descansar.

Fué creciendo lentamente. Al principio imperceptible, pero pronto desarrolló raíces que me hacían más difícil respirar.

Desarrolló voz y empezó a gritarme cuando me hablabas, para que no pudiera escucharte.

Una voz muda, llena de palabras rápidas, agudas, dolorosas.

Ya no eras y ya no era, todo estaba desfigurado por su sombra tras mis ojos.

Inundó mi corazón, mi mente, mis riñones. No quedó espacio para nada: Sólo el vacío.

Lo devoró todo: los recuerdos, las buenas intenciones, incluso las ganas de preguntarte por qué. Sólo quedó hastío, indiferencia.

No puedo reconocer ya tu voz, no puedes reconocer ya mis manos. No quedan huellas en la arena.

Nada queda.

Nada.